domingo, 14 de marzo de 2010

CARTA III


Cuando la noche sólo era iluminada por la luna,oía acercarse lentamente sus pasos. Sabía que me rendiría sin más.El siempre fue mi príncipe.
Estaba de nuevo aquí,me acariciaba las mejillas y las besaba con ternura. Paraba el tiempo y sentía dentro de mi,el familiar aroma de su piel,como una droga bendita!
Me abrazaba tan fuerte,como para no dejarme marchar jamás.Y yo,volvía a amarle con intensidad.
Amaba sus ojos oscuros,su respiración en mi cuello y el tacto de su piel. Así como cada centimetro de su alma y de su cuerpo.
Sabía que él me pertenecía.Que sería eternamente su Dama.Desde la oscuridad.
A esas horas, el príncipe de mi tiniebla,se acurrucaba junto a mi,como un niño, suplicándome que le amara.Dejaba su espada descansar en un rincón y se abandonaba a mis deseos...
Me envolvía en suave terciopelo, vertía gotas de dulce licor en mis labios y me hacía suya una vez más. Lentamente,sin prisas,deleitándose en cada rincón de mi cuerpo. Sólo le temía al alba,la que nos separaba y nos convertía en extraños,una vez más.
Éramos seres de los sueños,refugiando nuestro amor en la profunda oscuridad. Dónde nos llevaría esta historia...? a un previsible final,tal vez?
Pero,esta vez,no hubo promesas,sólo intensidad.Solamente hablaron los ojos,las miradas, las manos, los besos, la pasión... las palabras, no eran suficiente,para expresar lo que sentíamos.
Así que,sólo lo sentíamos. Sin preguntas,sin respuestas... sería lo mejor.
Porque ahora,volvía a ser la princesa y cuidaba de mi corazón. aunque le amara sin remedio...
Cuando la luz del alba, amenazaba con aparecer, besó mis labios con dulzura,y mi mano con cortesía, porque era su Dama, y se marchó...
Pero yo esta vez,sabía con certeza que volvería. Lo sentía. Mientras acariciaba las huellas de sus besos apasionados sobre mi piel...Buenas noches,mi príncipe

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